Las desventura de… Primer capítulo

Valle de la Reina: Día 03.

            Que gran día tan maravilloso me espera por delante, no habría aceptado ofrecerme voluntario si llego a saber que estaríamos en guerra… es más no me habría levantado de la cama.

Pero os preguntaréis cómo un elementalista está sentado en la cama rodeado de gente herida y mirando a las tetas de la rubia de enfrente. Todo empieza en el primer día…

Linde de la Divinidad: Día 01.

Por fin me graduo como un elementalista y ya tengo el equipo fundamental, un traje que está mmmmmm está, vamos a dejarlo ahí y un báculo que no es más que un palo largo… al menos puedo pinchar cuerpos con el palo.

Valle de la Reina: Día 01.

Feliz del primer día salgo de la ciudad decidido a emprender mi viaje en busca de más poder y sabiduría, antes de salir marco como mi objetivo la gran ciudad Arco de León. Al abrir las puertas me encuentro que estamos en guerra con los centauros o eso creo, para mí son ponis. Las puertas se me cierran sin posibilidad de abrirlas para estar a salvo… ¿pero quién dijo miedo? Armado de mi palo largo empiezo a servir poni a la brasa.

Disfrutando de la masacre junto a un guardián o guerrero un tanto peculiar llamado Logan, el ojito derecho de nuestra reina. Pues disfrutando de quemar ponis, aparece un elemental de tierra que no he visto ni en los libros. Quedo anonadado unos instantes al verlo pero al volver en si empiezo a atacarlo con mi palo largo. Tras unos golpes comprendí que era un poco estúpido intentar pincharle, así que alzo la vista y veo como una gran roca viene hacia mí.

Valle de la Reina: Día 03.

Y así es como empezó mi viaje. ¿Qué ha ocurrido en el segundo día? Por lo que me han dicho se ve que del golpe de la gran roca, he estado inconsciente durante ese día y otro día más. También han dicho que hablaba en sueños sobre quaggans y una bruja y sinceramente no sé nada sobre quaggans excepto lo que he leído.

A lo que iba… mientras se me pasa los efectos de tirarme un día y medio dormido y empiezo a despertarme, seguiré mirando las tetas digo la chimenea. Ambas dan calor si se tocan *guiño guiño*

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